El uso de pinturas para retardar el efecto del fuego en estructuras metálicas cada vez es más común en Latinoamérica.

La seguridad en las instalaciones industriales se ha convertido en uno de los elementos que más preocupan a los empresarios en América Latina, quienes cada vez invierten más recursos en el desarrollo de sistemas de prevención de accidentes y emergencias, así como en la protección y reforzamiento de las estructuras en las que funcionan las compañías. Como consecuencia de ello, el mercado de pinturas intumescentes ha crecido en la región.

La posibilidad de retardar el efecto del fuego hace viable que se puedan salvar vidas, al tiempo que se reducen los daños producidos por el incendio en la edificación, pues la pintura protege su estructura básica.

Las pinturas ignífugas, tienen la cualidad de no ayudar a la propagación de la llama ni a la propagación del humo por combustión.

Las Pinturas Ignífugas, al no quemarse y no propagar el fuego, se engloban en el término “Protección Pasiva contra incendios”, ya que su objetivo es prevenir la iniciación de un fuego, evitar su propagación y favorecer la extinción.

También hay barnices ignífugos para maderas que precisen un comportamiento ignífugo.

Este tipo de pintura reduce la inflamabilidad y combustión de los materiales constructivos que recubre, además de que existen varios tipos para recubrir materiales específicos, se puede aplicar sobre superficies de metal, madera, lacados, etc. Y se puede utilizar tanto para superficies de interior como de exterior.

Su aplicación puede ser tanto con pistola como con brocha o rodillo.

Y es esta necesidad de proteger cada vez más las estructuras que se esta dando un boom entre estos productos de los cuales este año destaca el:

FIRESYL 3490 WB-PUF
Este es un recubrimiento multirresinoso ecológico a base de agua, que actúa como retardante y aislante contra el fuego de alto desempeño. Es de tipo sublimante, intumescente e ignífugo de muy alta efectividad en fuegos derivados de la combustión de muebles, alfombras, madera y objetos usuales en salas de espectáculos, centros comerciales, departamentos, oficinas, almacenes y bodegas, instalaciones industriales ligeras y talleres. Este producto está diseñado especialmente para retardar el fuego de “espumas de poliuretano (SFP), poliestireno y otros aislantes térmicos y acústicos”.

Este producto cumple los requerimientos de las Normas UL 1715 (Fire Test of Interior Finish Material), NFPA 286 (Standard Methods of Fire Tests for Evaluating Contribution of Wall and Ceiling

Interior Finish to Room Fire Growth) y los requerimientos de la IBC (International Building Code) para “15 minutos barreras térmicas”. Por ser a base agua es un producto ecológico que puede dar varios puntos LEED v4 a su proyecto en el programa de certificación de edificios verdes Leadership in Energy and Environmental Design.

Se aplica fácilmente a espesores adecuados que aseguren la integridad de las instalaciones por un período lo suficientemente prolongado para permitir el combate del incendio, evitando además que el fuego se propague a zonas adyacentes.

A diferencia de las barreras contra fuego tradicionales de fibras minerales, el SYLPYL 3490 WB-PUF, crea excelente adherencia a todo tipo de sustratos y la película formada tiene buena cohesión y no se desgrana. Todo esto evita, que la protección contra fuego se desintegre con el tiempo y por lo tanto no contamina el ambiente interior en edificaciones con aire acondicionado. No se cuartea ni se desprende durante su vida útil en servicio, no permitiendo que en ningún momento el sustrato quede descubierto. Este producto no contiene fibras minerales sueltas que pueden contaminar un edificio.

Es por todas estas propiedades que se ha vuelto el producto No.1 en el mercado.